Microbiografías literarias
Fugaces biografías de personajes célebres a lo largo de la historia que trascienden hasta nuestros días.
Tanto oro no evitó su chamuscado destino, puesto que la fortuna le abandonó en el campo de batalla.
Craso error (115 a. C.- 53 a. C.)
Marco era un avaro emprendedor al servicio del dinero. Déspota por naturaleza, dirigía la brigada romana de apagafuegos con mano de hierro. Ofrecía el lujoso servicio a un módico precio, y en caso de discordia esperaba gustosamente a pujar por las ruinas.Tanto oro no evitó su chamuscado destino, puesto que la fortuna le abandonó en el campo de batalla.
De haber sido más longevo habría hecho buenas migas con el poeta Nerón.
El legado de Max (1758 - 1794)
El reflejo del sol en la hoja afilada cegaba al agonizante Robespierre, ahí en medio de la muchedumbre que le maldecía sintió como la tortuosa aguja del terror latía desbocada en su corazón.Olía la sangre derramada en el cadalso profanar hasta la última calle de París una vez más, y sin embargo, el dolor en la mueca de su boca reflejaba el atroz sufrimiento del destino.
Al son de la cuerda cayó el filo escarlata cortando el unánime suspiro de la plaza; la mirada en su frente suspendida por el verdugo parecía perderse entre la enardecida multitud.
Al son de la cuerda cayó el filo escarlata cortando el unánime suspiro de la plaza; la mirada en su frente suspendida por el verdugo parecía perderse entre la enardecida multitud.
El sacrificio de Abraham (1809 - 1865)
El ilustre público reunido aquella noche en el teatro Ford cuchicheaba excitado ante los últimos rumores que circulaban de la rendición sureña. El repentino ruido de los aplausos eclipsó la obra anunciando la solemne presencia del victorioso salvador de la Unión, Lincoln andaba de la mano de la primera dama hacia el palco presidencial acompañado por las majestuosas notas de Hail to the chief y los vítores de la gente; cuando finalmente se sentó la oscuridad inundó la sala de nuevo.
Al llegar la segunda escena del tercer acto él prestó especial atención ya que sabía de antemano que los protagonistas iban a lucirse en aquél momento, sin duda no se equivocaba, puesto que un fogonazo de pólvora rellenó su cabeza de plomo dando por terminada la trágica función.
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